jueves, 26 de noviembre de 2009

Bienvenidxs...

Creo que tomaré mayor interés respecto a pasados intentos "serios", en esto de plasmar en hojas virtuales, aquello que se me pasa por la cabeza, algún que otro sentimiento, ya sea de amor o de odio, o cualquiera otra idea o bien situación que considere interesante, simplemente porque me sale hacerlo, sin mayor trasfondo.

Qué mejor forma de empezar, que cargar contra aquellos hombres machistas que ejercen violencia sobre las mujeres, simplemente por el hecho de serlo. Tras acudir ayer a la concentración que tuvo lugar en Sol (25 de Noviembre, día Internacional contra la violencia hacia la mujer), precisamente en manifiesto por la repulsa ante tales atrocidades, me di aún más cuenta de la necesidad de que este fenómeno social deba ser considerado como un problema cercano, de nuestro día a día y de nuestro entorno. La discriminación respecto a la mujer, está muy latente., y ya no hablo solo de aquellos hombres que las asesinan, sino de nuestra comportamiento, trato, visión de la mujer.

Debemos tener claro que no deja de ser violencia que una mujer cobre menos salario por igual trabajo, que una mujer esté expuesta en las calles o en burdeles para que el hombre haga uso y disfrute de ella por un puñado de euros, como si de un alquiler de bicis se tratase, ni mención tienen aquellos que hacen negocio con ellas. De igual forma es violencia que la mujer no pueda disfrutar libremente de la sexualidad, sin prejuicios, al igual que la práctica del aborto, derecho único y exclusivo de la mujer, que determinados sectores políticos y religiosos se encargan de obstaculizar.

El lenguaje es otro tema a analizar, ya que a la hora de expresarnos tendemos a masculinizar todo aquello que se nos pase por la cabeza, negando que exista la figura femenina, es decir, no propiciando un lenguaje en igualdad, sino más bien sexista.

En definitiva, deseamos que estos días “reivindicativos”, como el de ayer, algún día desaparezcan ya que sería buen síntoma, pero mientras tanto debemos ser conscientes y apostar por una igualdad real, que llegue a visualizarse en las calles, haciendo reflexionar a ese poso cultural machista y patriarcal que padece gran parte de la sociedad, arraigado en su interior.

David.